El Ser Humano – Fruto de la Manipulación Evolutiva
La ciencia muy versada y acostumbrada a tratar sus teorías como dogmas de fe, que como toda creencia que se precie, se basa en algo que no tiene base, y que no es irrefutable.
Al encontrarse sin pruebas físicas, se mueven en un mar de hipótesis sin fundamento.
La ciencia más académica y oficialísta trata la historia humana desde un punto de vista ciego e ignorante y la santifica dejando poco margen a la especulación y la investigación.
La historia cósmica es tratada de igual forma, dejando la teoría del Big Bang y la edad universal, en pilares prácticamente inamovibles y que solo unos pocos se permiten el riesgo a buscar alternativas con las matemáticas como única herramienta rudimentaria e insuficiente, para que sus teorías no sean tiradas abajo a la primera de cambio.
Basar las leyes físicas dentro de los márgenes que nos dan nuestros sentidos nos deja literalmente abandonados a la ignorancia y anclados a estos patrones inservibles, no me voy a desviar mas del tema y voy a ocuparme del ser humano.
Mucho se ha teorizado con la evolución humana, quedando visiblemente en evidencia en cuanto intentas crear una línea de tiempo con los pocos fósiles de los especímenes hallados, pronto, estos restos empiezan a no cuadrar y denotan avances evolutivos poco menos que vertiginosos.
Lo Mágico Nunca Murió – Lo Sagrado Sigue Vivo
El sentido de lo sagrado no necesita ninguna imagen de los dioses.
Ya no habrá más catedrales góticas para exaltar la humanidad hacia los cielos; ni más profetas que la conduzcan hacia lo divino; ni más Santos Griales que la atraigan hacia la Búsqueda:
ahora mismo lo sagrado nos empapa en masa, manifestándose tanto en lo tangible como en lo intangible.
Nuestras culturas se han renovado de dentro afuera delicadamente por una vibración sutil que nos ha llegado de formas diferentes a través de una miríada de emanaciones.
Observad las conversaciones que mantenemos actualmente entre nosotros; mirad cuantísimos proyectos creativos promueven y lideran por todo el mundo personas jóvenes.
Las generaciones precedentes no debatían sobre la trascendencia de las tecnologías del espíritu de una forma tan pública y franca. Nuestra era ha exteriorizado abiertamente el mundo interior y lo ha puesto en el punto de mira.
Lo sagrado no es un concepto sino una comprensión experiencial de la vida más allá de nuestros yos limitados:
de la trascendencia y la inmersión simultáneas.
Hace sólo dos o tres generaciones no existía un mundo interior que explorar públicamente. Antes del surgimiento de las ciencias psicológicas no había un lenguaje cultural para explorar el subconsciente.
Sopor Eterno…
Existe un despertar de conciencia individual que poco a poco se va apoderando de mas gente y a su vez contagiando la conciencia global del planeta.
Pero muchos se quedan atrapados en ese primer paso, un básico inicio de acceso a un conocimiento, unos datos que fueron velados y que ahora se van filtrando a la población.
Los motivos de este despertar pueden ser argumentados de mil formas, ya sea por conjunción astrológica, contaminación cósmica, interacción quántica o paso evolutivo lógico.
El caso es que quien más o quien menos, ha ido despertando de algún modo,
unos persiguiendo conspiraciones políticas
otros médicas
otros históricas
otros más sutiles, entraron por el aro espiritual
El caso es que si somos un poco avispados, nos daremos cuenta que todo esto no es algo aislado, que no son cuatro chalados los que despiertan y no es menos evidente que el sistema se ha percatado de ello.
Es por eso que en toda tendencia surgen distintas corrientes que hacen que la pureza de ese despertar se diluya y corra por cauces poco naturales, convirtiéndose algunas veces en verdaderas cloacas.
Hay un dato ineludible:
existe un cierto despertar, pero el 99% de esos despiertos se olvidan, que fue lo que despertó en ellos y en qué forma.
Se centran en la epopeya de la gran mentira, en la manipulación histórica, en la perogrullada holística, o se pierden entre angelitos y guías.
¿Vivimos Existencias Embrujadas?
Para nosotros el mundo ha estado apareciendo y desapareciendo a lo largo de la historia.
Hemos intentado cartografiarlo, estructurarlo y comprenderlo mientras se escabullía de una a otra hipótesis o narración grandiosa. El mundo, tal como lo conocemos, ha pasado,
de plano a esférico
de ser el centro del universo a ser el centro del sistema solar
de animista y sobrenatural a salvaje y descarnado
de partículas atómicas a ondas quánticas
Y ahora, bombardeados por el espectáculo y la imagen, estamos desapareciendo en los dominios digitales de falsa información y espacios virtuales ampliados.
Y en algún lugar, en medio de todo ello, está el alma humana en su gran mayoría aún embalada y sin abrir. Si hay algún delito en ello es que nos hemos dejado embrujar y vivimos existencias hechizadas carentes de relevancia y sentido.
Los «objetivos» o valores por los que hemos tratado de vivir, o que perseguimos como, poder, verdad, comprensión, sueños, trabajo, amor y demás, parecen haberse desvanecido en una realidad distorsionada y esquiva en la cual su presencia ya no es tangible.
No obstante, la duda, la incertidumbre y el dolor de su ausencia – o «falsa presencia» – son, en verdad, suficientemente reales como para afectarnos profundamente. Buscamos lo ya desaparecido y acechamos sus sucedáneos.
Actualmente estamos cerca del escenario en el que simplemente terminamos por escenificar nuestras fantasías en el teatro fantasmal de nuestras vidas pensando que es la realidad.
Decodificando una Falsa Realidad
La realidad es un programa de creencias que decodificamos:
La enfermedad equivale a la salud
Las noticias falsas equivalen a la Verdad
Las guerras equivalen la paz
Uniformidad equivale a la Unidad
Los derechos otorgados por el Estado equivalen a los derechos humanos
La esclavitud equivale a la libertad
Todo es ilusión…
A medida que nuestro mundo se despliega en múltiples dimensiones, nos enfocamos en un continuo tiempo-espacio (construcción lineal) con percepción limitada.
Nuestro «engaño de la percepción» en esta línea de tiempo de la realidad significa que no importa lo que pasó en el pasado, o lo que podría suceder en el futuro, siempre lo estamos ponderando y creándolo en el ahora.
El poder de reestructurar la realidad sólo es posible con la claridad de la mente cósmica.
Desafortunadamente, como seres humanos, somos programados fácilmente para creer que lo que vemos, sentimos, probamos, oímos y olfateamos es todo lo que hay.
«El mundo exterior es un reflejo del mundo interior, la percepción de otras personas de ustedes es un reflejo de ellas, su respuesta a ellas es una conciencia de ustedes».
Roy T. Bennett
La Luz en el Corazón
Nuestras creencias guían nuestra percepción acerca de quiénes somos y qué podemos crear.
¡Viva la Re-Evolución!
Estamos en un pequeño impasse transitorio en el que el Ser humano tiene una oportunidad histórica sin precedentes.
Sé que hay mucha literatura sobre nuestro próximo paso evolutivo y que la incredulidad se acentúa según pasa el tiempo y los acontecimientos esperados no acontecen.
Quizás ese sea el problema, una actitud pasiva, en el que esperar supone que otro haga tu trabajo, ya sea el universo que traiga olas cósmicas, abra portales o se aproxime al sol galáctico, o simplemente esperas que alguien saque el conejo de la chistera y nos de una técnica milagrosa para abrir los chakras, despertar la Kundalini o proyectarnos astralmente…
No soy amigo de los milagros, ni de las prisas, nadie te va a dar nada, porque todo es trabajo personal, si esperas que una federación galáctica te saque las castañas del fuego estas aviado amigo.
La revolución pasa por la evolución personal, un paso silencioso y progresivo en el que nuestros programas mentales, nuestra educación, nuestras emociones encastradas, nuestras creencias y nuestra historia, son expurgadas una a una, en un proceso lento y doloroso a veces, en el que nos costara reconocer nuestros errores y nos costara deshacernos del legado y la tradición que heredamos de nuestras familias.
Tendremos que ser nosotros los que empecemos a derribar todo eso y nadie puede arrimar el hombro, porque es algo tan íntimo y aferrado a nosotros, que solo nosotros podemos cortar de raíz con eso que nos conecta al sistema, que nos mantiene enchufados a la Matrix que nos controla, tendremos que cortar para siempre ese cordón umbilical que nos unía a ella.
Al margen, de que se den unos eventos que propicien que ese proceso sea menos traumático, al margen de que el universo realmente nos de un empujoncito, al final todos y cada uno de nosotros tendrá que apechugar y sacarse aquello que lo mantiene conectado e impide su libertad.
Archivo Sonoro
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